jueves, 20 de marzo de 2014

Yo vi la cara de Lenin y estaba durísimo, de Joaquín Correa

Dos fragmentos que me gustaron mucho del libro de crónicas de Joaquín Correa, Yo vi la cara de Lenin y estaba durísimo, de LaBola Editora.
Se los recomiendo entero. 

"Escuchamos en la voz del viajero una modulación distinta, adivinamos la incorporación de nuevos giros, nuevas palabras y hasta el cambio del tiempo y su tono al hablar. Algo percibimos que no podemos calificar ni entender, que no podemos terminar de darle una descripción. Queremos negar que la voz del otro haya cambiado mientras estuvo lejos, queremos negar que su vida haya sido otra cuando no estuvimos cerca suyo. Nos cuesta aceptar que el tiempo que vivió en otro lado, otras calles, otros silencios, otras distancias y otro idioma de ahora en más sólo le pertenecen a él y que por más amor que podamos darle, el viajero ya está lejos nuestro, aunque haya vuelto."

"El viajero está constantemente buscando algo: la sorpresa de un nuevo lugar, más fotografías y experiencias, el conocimiento. Cada tanto se sorprende diciendo -qué lindo, qué tranquilo este lugar, cómo me gustaría vivir acá- y y comprende que todas sus búsquedas se reducen a la de la casa propia, el hogar donde construir un espacio y un tiempo del amor y los sentimientos. El viajero por más sólo que vague también está persiguiendo el deseo de formar un nosotros tan grande y pleno como la felicidad de un niño."




Tuve el honor de participar con la ilustración de una de las tapas

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