No puedo más que amarla..
"He intentado conversar con los niños y me he dado cuenta de que los niños no conversan: hablan. Toda conversación, por más gratificante que sea y fluida que sea, supone un esfuerzo de comunicación. Y cuando un niño produce una palabra se inserta naturalmente en un diálogo que está más acá y más allá de lo que consideramos diálogo; viene de más lejos y va más lejos; no necesita enlazarla en un deliberado discurso lógico porque la palabra tiene, en el niño, una carga instantánea e implícita de comunicación con los otros, con las cosas, con el mundo. El niño no conversa, se expresa. he aquí la diferencia."
G.G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario